Receta Navideña: Vino caliente especiado o “Glühwein”
Continuando con la serie de posts navideños, hoy os traigo una receta que he aprendido en Alemania, en un viaje que acabo de hacer muy recientemente y que me ha encantado. Se trata de un vino caliente aromatizado y especiado que se llama “Glühwein”.
En las frías noches alemanas, paseando por los mercadillos navideños o “Weihnachtsmarkt”, se podía ver a prácticamente todos los adultos con una taza en la mano. La mayoría de ellos bebían este delicioso vino, que te servían en una taza navideña por la que pagabas un poco extra a modo de fianza y luego podías decidir si devolverla y te devolvían dicha fianza, o bien te la podías quedar. La gente las colecciona, ya que cada puesto y cada mercadillo tiene un diseño diferente. ¡Yo me he traído 5 de vuelta!
He pensado que esta sería una receta fantástica para hacer durante las fiestas y en nuestras celebraciones hogareñas con nuestros amigos y familiares. Si bien es cierto que probablemente no necesitemos calentarnos ya que estaremos en nuestros cálidos hogares, os aseguro que aportará un toque especial a vuestra celebración y ¡una chispa que nunca viene mal!
Aquí os dejo la receta de esta deliciosa bebida caliente:
Ingredientes:
- 750 ml de vino tinto (mejor si es de buena calidad)
- 375 ml de vermut dulce
- 50 gramos de amargo de angostura
- 25 gramos de piel de naranja
- 10 gramos de piel de limón
- 1 clavo de olor
- 1 vaina de cardamomo verde
- 2 ramas de canela
- Una pizca de nuez moscada
- 2 estrellas de anís estrellado
- 1 vaina de vainilla abierta
- 50 gramos de azúcar moreno.
Preparación:
Colocar todas las especias y pieles de fruta en una olla o cazuela ancha. Añadir el azúcar y calentar hasta que empiecen a salir los aromas. Añadir los licores y un poco de vino, sólo para cubrir el azúcar, y calentar removiendo con una cuchara de madera hasta que se disuelva.
Incorporar el resto del vino tinto, mezclando bien. Calentar a media temperatura, sin dejar que llegue a hervir. Cocer a fuego medio-bajo durante unos 30 minutos, vigilando que no suba demasiado la temperatura.
Comprobar el punto de dulzor, con cuidado de no quemarnos, y añadir un poco más de azúcar si fuera necesario. Apartar del fuego y pasar por un colador para retirar las especias. Luego lo podemos guardar en una botella o jarra bonita en la que luego podamos servirlo. No es necesario servir en el momento, lo podemos guardar y luego recalentar cuando lo queramos servir.
¡Espero que lo disfrutéis!