Decorar galletas con Glasa Real y la técnica “flooding”
Ya he escrito varios post contando lo que me gusta hacer galletas y decorarlas. He ido probando cosas distintas con los años, y la verdad es que el resultado siempre me gusta. Lo bueno es que se pueden hacer cosas muy sencillas utilizando sprinkles, por ejemplo, o diseños más compicados utilizando glasa real y distintos colores.
Esta vez me he atrevido a probar una técnica nueva, que se llama “flooding”. Es una manera de rellenar toda la parte superior de la galleta con glasa real para que luego quede lisa y sólida al secar. Parece muy complicado, pero realmente no lo es. ¡Y el resultado es fantástico!
En este caso he hecho galletas con formas de huevos de Pascua, pero en realidad esta técnica se puede aplicar a cualquier diseño. Como se acerca Pascua, se me ocurrió decorar las galletas con forma de huevos y organizar una búsqueda de huevos de Pascua utilizando éstas mismas galletas, además de huevos de chocolate. ¡Han quedado genial!
Hoy me voy a centrar en explicar la técnica, pero si queréis una receta para hacer las galletas podéis encontrarla en este otro post sobre galletas decoradas, ¡están deliciosas!
Materiales necesarios:
- Manga pastelera (lo ideal es tener las bolsitas de plástico desechables, y utilizar una para cada color y consistencia)
- Boquilla pequeña (opcional)
- Glasa real
- Palillo o alfiler
- Colorante alimenticio de distintos colores
- Sprinkles y nonpareils de colores
RECETA DE GLASA REAL
INGREDIENTES:
- 3 claras de huevo pasteurizadas
- 450g de azúcar glass
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 6 cucharadas de agua templada
- colorante alimenticio (si lo deseas)
PREPARACIÓN:
En un vaso grande o bol de un robot de cocina, mezclamos con el accesorio de la varilla las claras de huevo y el azúcar glass. Después añadimos muy lentamente la vainilla y el agua. Lo batimos hasta que se formen picos duros con la mezcla, durante aproximadamente 5 minutos, a veces más.
Si quieres la glasa de colores, divídela en boles, en función del número de colores que quieras utilizar. Añade a cada bol unas gotitas de colorante alimenticio, muy despacio, hasta conseguir el color deseado. Conserva en la nevera hasta que lo vayas a utilizar.
Ahora viene la parte que nos interesa para la técnica “flooding”. En realidad la palabra “flood” significa “inundar”, por lo tanto se podría entender esta técnica como inundar la galleta de glasa real. Y en realidad, ese es el objetivo. Pero para ello necesitamos dos consistencias diferentes de glasa, la primera será para el borde que actuará como un muro para evitar que la glasa se salga del contorno que definamos. La segunda será una consistencia un poco más líquida para que la “inundación” pueda producirse correctamente.
NOTA: Se puede utilizar una sola constencia intermedia, semi-líquida si no queréis complicaros mucho la vida, pero el resultado puede no ser tan óptimo. Si la consistencia es muy líquida, el borde no será efectivo para contener la glasa y si es demasiado espesa, la glasa no “inundará” la galleta.
Ya tenemos la base de la glasa real, con la receta que tenéis arriba. Esa es la consistencia densa, la que utilizaremos para los bordes que actuarán de muro. Una vez tengamos la glasa dividida en boles con los colores que hayamos seleccionado, necesitaremos otro bol (para cada color) donde pondremos un poquito de la glasa e iremos añadiendo media cucharadita de agua (siempre de una en una) hasta conseguir una consistencia que se asemeje a un yogur líquido. Para comprobar que esté correcta, mezclaremos con una cuchara y contaremos aproximadamente 10 segundos para que vuelva a estar todo liso. Esa es la consistencia ideal para “flooding”.
Una vez tengamos las dos consistencias de nuestra glasa, ¡es el momento de empezar! Rellenaremos las mangas pasteleras con los distintos colores de glasa que vayamos a utilizar en las dos consistencias. Si solamente tenemos una manga pastelera, es un poquito más complicado ya que hay que vaciar y limpiar la manga cada vez que queramos cambiar de color, así que en este caso os recomiendo utilizar las de plástico desechable. Os recomiendo cortar la puntita muy poquito, para que quede una apertura mínima, eso nos permitirá hacer los detalles más precisos. Si utilizáis boquilla, utilizad la más pequeña que tengáis.
Una vez rellenas las mangas, comenzamos a definir los bordes que queramos en nuestras galletas, y en los colores escogidos. Una vez endurecido el “muro” (tarda muy poquito), seguiremos por utilizar la consistencia más líquida para rellenar el centro hasta cubrir completamente con movimientos circulares siguiendo el borde hasta llegar al centro. Una vez hecho esto nos ayudaremos de un alfiler o palillo para extender bien la glasa y que no queden huecos ni burbujas, ya que sino luego se apreciarán cuando seque.
Si vamos a utilizar algún tipo de sprinkle o nonpareil, lo debemos colocar mientras siga húmeda la glasa, ya que una vez que seque y endurezca, no se pegarán y se caerán. Un efecto muy interesante es añadir otro color por encima mientras sigue húmeda la glasa, ya que se integra y al secar queda liso el diseño. Aquí podéis utilizar vuestra imaginación y vuestro propio gusto y decorarlas como más os apetezca. ¡Que os divirtáis decorando!