Bueno, pues ya está claro que estamos de vuelta de las vacaciones. Se acabaron las terracitas, la playa, los chiringuitos, los helados, las barbacoas, la vorágine de planes que llenan nuestras agendas
Hay veces que necesitamos un ratito para nosotros mismos. A mí, por ejemplo, me encanta darme un baño relajante después de un largo día de trabajo. Es un momento de paz, en el que puedo pensar en mis cosas y aclarar las ideas. Es curioso
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