Las habitaciones infantiles, en mi opinión tienen que tener un colorido llamativo y alegre. A los niños les encanta vivir en mundos de fantasía, y jugar en lugares donde puedan dejar volar su imaginación.
Y cuando nos convertimos en mamás, si previamente nos gustaba la decoración, suele ocurrir que nos volcamos por completo en la habitación de nuestros pequeños. Por lo menos este fue mi caso. Pinturas, muebles, juguetes, adornos… Y si encima os gusta el DIY como a mi, cualquier cosa se puede convertir en un posible proyecto. Yo comencé por el dormitorio, pero luego se me ocurrieron otras cosas como las estanterías, cajas, cuadros, marcos de fotos…